Joey llegó al refugio el 17 de Febrero de 2020. Es un mestizo de mastín de unos 10 años de edad que, al parecer, fue dejado en el arcén de una carretera por una furgoneta. Allí permaneció inmóvil esperando a que regresasen a por él, pero eso es algo que nunca sucedió. Allí fue recogido y tras unos días llegó a nuestro refugio. Joey es un perro que parece estar cansado de vivir y que seguramente haya tenido una vida no demasiado buena. Cuando llegó parecía tener síntomas de envenenamiento aunque con el paso de los días fue mejorando y ya está recuperado. A pesar de todo, su estado de salud es el típico de un perro ya mayor. Es tranquilo aunque le cuesta pasear con la correa. En sus primeras semana aquí parece querer rehuir de la gente, buscando tranquilidad y que no le agobien mucho, aunque cuando en su parcela hay más movimiento del habitual suele meterse en medio.

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