Corrían los primeros meses del año 2013 cuando tú, junto con todos tus hermanos de apenas unos meses, entrásteis en el refugio por primera vez. Fueron meses de juegos, de cariño, de amor y de diversión para vosotros. Pero nosotros trabajábamos para encontraros un hogar a todos. Uno a uno viste a todos tus hermanos irse adoptados y comenzar una nueva vida feliz. Pero tú, querida Tana, nunca tuviste suerte. Pasaron les meses y los años, y seguías con nosotros. Nunca entenderemos porque jamás te ganaste el corazón de nadie, pero la realidad es que a quien si que te ganaste de verdad fue a todos nosotros. Hemos estado juntos seis años y es duro despedirse sin haberlo logrado. Eras muy joven y tenías una vida que vivir por delante, pero hace unos días la picadura de una avispa te provocó un ataque epiléptico que trajo el caos en tu parcela. Nuestro equipo veterinario hizo todo lo humanamente posible por intentar sacarte adelante, pero tus riñones ya no funcionaban y los tratamientos para paliar unos síntomas chocaban frontalmente con los tratamientos necesarios para paliarte otros. No pudimos hacer más. Ayer, a eso de las 8.30 de la mañana tu cuerpo dejaba de luchar para siempre. Somos testigos de que te aferraste a la vida como pocas veces lo hemos visto en un animal, pero no lo lograste. Ahora, querida amiga, solo deseamos que allá donde estés, nos recuerdes con cariño, porque aquí abajo has dejado un vacío demasiado grande. La vida no es justa.

#DESCANSATANA