Naya es una hembra de pastor alemán que llegó al refugio el 12 de Junio de 2019. Según sabemos vivió durante toda su vida en un patio interior de escasas dimensiones, sin relacionarse con otros animales y casi sin contacto con el ser humano. Su familia, si se le puede llamar así, nunca le ofreció la posibilidad de ser una perra de verdad, de pasear, de oler, de jugar. Cuando se fueron de la vivienda la perra se quedó allí, alimentada y cuidada por una vecina de avanzada edad, a la que damos las gracias por intentarlo. Ahora forma parte del refugio y sabemos que tenemos mucho trabajo por delante. Hemos sacado a Naya de paseo y hemos visto como alucina con todo, una flor, una piedra, un trozo de plástico. Se para para olerlo todo, para ir conociendo el mundo que hasta ahora le negaron. Cuando te acercas para acariciarla, lo mas normal cuando tienes un perro, ella agacha la cabeza sin saber qué estás haciendo exactamente. Mucho nos tememos que Naya no ha recibido una caricia en su vida. Estamos seguros de que Naya es una perra que aprenderá rápido y que se convertirá en una perra alucinante.