4201 días. Once años y medio en los que hemos estado a tu lado, en los que hemos sido tu única familia. ¿Cuántos perros habríamos podido acoger en su lugar durante este tiempo si alguien hubiese pensado ya hace años en adoptar a Melissa o a otros como ella? Estamos cansados de pedir adopciones para estos perros que se pasan años en los refugios viendo pasar la vida y esperando la muerte. Cansados de decir que un refugio no es lugar para vivir durante años, alejados del calor de un hogar y sin formar parte de nada.
Aún recordamos cuando llegaste con dos años, llena de fuerza y de esperanza. Cruzando una autopista, jugándote la vida. Desde entonces has sido parte de nuestro refugio, eras la que más tiempo llevaba con nosotros. Qué rabia haber visto pasar ante nuestros ojos tu vida entera. Qué difícil se hacen estas despedidas, amiga. Lo intentamos todo durante años, te publicamos cientos de veces, pero nunca conseguimos nada. Nosotros hemos fallado, aunque estemos seguros de que tú nos sentías como tu familia. Pero aquí todos habéis fallado, nadie ha mirado para Melissa durante once años y medio. Seiscientas semanas, una tras otra.
Ahora el encierro se acabó, ya eres libre. Dejas un vacío muy grande en este refugio. Será difícil pasar por delante de tu parcela y no volver a verte. El cielo te espera, pocos ángeles habrá allá arriba que brillen como tú.
Descansa en paz, Melissa.
Te queremos.
Tu refugio no te olvida. 
